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viernes, 29 de junio de 2007

José Ramón Maravilla, un soñador para un pueblo…

José Ramón Maravilla, además de ser un hombre maravillado por las posibilidades del hombre en cuanto hombre, un profesional de la luz del sol como energía, un optimista antropológico…, es concejal de Juventud en el Ayuntamiento de Algemesí. Tal vez porque el destino es el destino y la juventud lo es todo, que ya lo dijo el maestro Rubén: "Juventud, divino tesoro, te vas para no volver", etc., etc. Pero ocurre en este caso que resulta que el concejal es joven, tiene todas la vida por delante y se le iluminan los ojos cuando habla de las posibilidades de mejora de su pueblo, que es el mío, en un futuro inmediato… Y deviene todo muy precipitado, porque es tal el énfasis y convencimiento de su ensoñación que, a fuer de envenenado por la literatura quien esto escribe, su discurso le hace recordar el idealismo de Esquilache para con España, según conocida obra de don Antonio Buero Vellejo (Un soñador para un pueblo)... Pero mientras él habla de la necesidad de participación ciudadana, de proyectos sugestivos de vida en común, de grandes espacios de convivencia, quizá como contrapunto fatídico ordenado por Dios, las campanas doblan en el campanario de la iglesia de San Jaime (y se pasea por mi cabeza la terrible aseveración de Ernest Hemingway… “Nunca preguntes por quién doblan las campanas, porque están doblando por ti”…

Sin emgargo, el personal entra animado en el Chester. Todos saludan al concejal... Las muchachas de dos mesas más allá, que nos hacen una foto, le sonríen, el camarero le bromea...; Maravilla está en el local… Uno se percata al instante de la naturaleza social del personaje, así que, a poco que se le pregunte, habla solo: “Me gusta escuchar a la gente, que partícipe, que tenga decisión el los asuntos municipales… No creo que la actual estructuración del tinglado político… Lo único que puedo decirte es que sólo escuchando a las personas, a los ciudadanos, podremos solucionar los problemas del pueblo”. “Ya, ¿pero tú te consideras un hombre de centroizquierda, al menos?”, le pregunto. Y responde: “Yo soy un independiente que sólo cree en las personas y me alío con quien creo que va a hacer lo mejor para con Algemesí”.

... Suenan dolientes las campanas a las 6 y algo de la tarde, una incipiente tarde tórrida de verano… No puedo más y le pregunto, lo que nunca se debe preguntar: "¿Por quién doblan las campanas?” … “Pues no sé, pero es verdad”, dice. Y yo le añado: “Hubo alguien que dijo que nunca se debía peguntar por quien doblan las campanas, porque siempre doblan por uno mismo, que es carne mortal…” “Sí – reponde – un escritor americano…” “¿Erenest hemingway? “"Sí…” “No tenía que habértelo preguntado, da mal fario”… “¡Psss! Tranquilo! Nadie es más que nadie. Un poco más pronto o un poco más tarde, todos a Cotes”. "¿Cotes?" “Sí, claro, donde está el cementerio” “Ah, ya, lo conzoco”… “Mira- apostilla, como enfático, consciente de que no por el tañir fúnebre de las campanas va a perder su fe en la Humanidad-: si tienes los pies en la tierra, siempre serás persona. Esto es igual para todos… El único que no se equivoca en esta vida es el que no hace nada. Todos podemos equivocarnos, pero todos debemos tener buena voluntad”…


Las chicas llevan su juerga y nos miran. Es lógico: la parafernalia de la cámara encima del velador, al agenda y demás, despiertan su curiosidad… Maravilla las tranquiliza. “Ya veréis todo esto en Internet” (risas).

“¿Qué proyecto destacarías entre los que te rebullen en la mente?”, le pregunto. Y responde: “Principalmente, y de común acuerdo con el PP, al menos en cuanto posibilidad , una zona de ocio, pero, ojo, esa zona de ocio no sólo debe servir para los jóvenes, sino para todas las edades” . “Eso parece que está en todos los progrmas”, le replico. Y dice: “Sí, claro, pero el nuestro es mejor”…

Hacemos un descanso, hablamos algo de los píxeles de las cámaras fotográficas, de todas esas cosas tan nuevas que casi no tienen nombre, como diría García Márquez… Pero retomamos el trabajo...: "¿Y como te captó el Partido Solcialdemócrata?" “Muy simple: hablé con Fernando Piera y me dijo: 'Ojalá te hubiese conocido hace veinte años'” . Y se queda absolutamente seguro de que las cosas son asi porque no pueden ser de otra manera; y yo, maravillado, porque, encima, es verdad… Y prosigue: "Construiremos una plaza rectangular, pero, cuidado, tendrá comercios en los soportales, y pubes y cafeterías, y además se darán el ella espectáculos espectaculares, nada de medias tintas. Será todo a lo grande, como Alfonso Rus en Xativa, que eso si que es meterle collons a la cosa… Pues nosotros, igual… Habrá multicines, servicios sanitarios, de bomberos y policía anexos, por si acaso… Y llegarán a Algemesí personas de toda la comarca: de Albalat, de Polinya, de Riola, de Alzira, de Guadasuar, de Sueca, hasta de Almusafes… Algemesí será el centro de todo"

Y quien esto escribe, al salir del pueblo con destino a Valencia, circunvala el monumento a La Muixeranga, que se alza hacia el cielo como los pensamientos de un soñador del pueblo y para su pueblo, y piensa que a Esquilache lo anuló la propia España, y se pregunta por qué tiene que ser siempre así y por qué no tiene que sonar La Muixeranga en honor de un soñador con los pies en la tierra? Y claro: La Muixeranga suena… para él, que es Maravilla, y para todos… Y suena. Y suena... Y suena.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo conozco y es entrañable!
Un abrazo.
ANA

Anónimo dijo...

Pedrassa es un quasi-retrasado mental.
Fiel perro de su amo, inocente quizá por su calidad de ignorante y así lo viste...feliz y contento.
Muestra clara de que en la política de la derecha (y poco a poco de cualquier lado) personajes sin oficio ni beneficio, un "sense trellat", pueden ser los gobernantes que decidan sobre los derechos y deberes de los demás...Rus, gran ejemplo!
Respeto su columna de opinión, pero no tengo porque compartirla.